
Tristeza
En el pueblito de los Dominicos, en Santiago, además de artesanias, algunos puestos venden mascotas. Ahí, esta pequeña se enamoró de un conejo enano de orejas caídas, pero sus padres no compartieron su amor, así que el llanto y la tristeza se hicieron presente con la mirada queatenta, seguía al pequeño animal de regreso a su jaula.
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